LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

miércoles, 26 de diciembre de 2012


PESCA INSOSTENIBLE
Mejorando lo presente


Los Consejos europeos de ministros de pesca de diciembre deciden las cuotas pesqueras del siguiente año y suelen concluir a horas intempestivas. La de 2012 parece haber finalizado como las anteriores; satisfacción contenida de ministros, alivio de la Comisión Europea al quitarse de encima el “muerto” y mosqueo de los conservacionistas. La Comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca, Maria Damanaki, aseguraba tras la reunión que, gracias al acuerdo para 2013, “podemos tener stocks (de peces) saludables, más trabajo y más ingresos para las comunidades costeras”.

Uno de los más destacados biólogos marinos europeos, especializado en pesquerías mediterráneas, Jordi Lleonart (Instituto de Ciencias Marinas – CSIC - España), me explicaba hace un año que los científicos (CIEM) recomiendan al Consejo las cantidades a pescar de cada especie y caladero. Pero apuntaba que la “señal” biológica y científica enviada a Bruselas se mete en el saco de las decisiones revuelta con otras muchas señales, como el empleo, las subvenciones, los beneficios empresariales, el progreso, la ambición nacional o las presiones del lobby industrial. Al final, son muchos los factores que modelan las reglas de juego sobre las aguas comunitarias.


Abertura del copo a bordo de un arrastrero europeo

Para el año 2013 la Comisión planteaban cuotas restrictivas y recortes duros, ante la percepción de que el 78% de los stocks conocidos (el triste 35% del total) estaba sometido a capturas excesivas. En la reunión, también planearía el desconocimiento de lo que está sucediendo con el otro 65% de las especies comerciales marinas europeas. El resultado es que, de nuevo, la mitad de las cuotas aprobadas sobrepasan las recomendaciones científicas. Pero, con todo, hay ciertos avances hacia la sostenibilidad y la vaga sensación de que el sector de la pesca europea empieza a fracturarse.

Hace más de treinta años que los pescadores artesanales y pobres de India, Ecuador, Indonesia o Senegal cerraban filas para defender su único modo de vida, amenazado por la pesca industrial y las flotas arrastreras internacionales. La batalla sigue tronando y se extiende a Europa. Es suficiente hablar con un pescador artesanal que se dedique a la pesca de merluza con anzuelo en el golfo de Vizcaya. Dirá que los arrastreros industriales, después de 15 horas de “corrida” por los fondos marinos,  colmatan los fondos de los copos  con hasta 40 kilos de merluzas aplastadas y deshechas. De ellas solo se pueden aprovechar las cocochas y las huevas.

La cólera de los pescadores artesanales senegaleses
es crónica desde hace medio siglo. En las playas de Dakar, Kayar
o Saint Louis los hombres de las "pirogues" claman contra las licencias concedidas por
su gobierno a naciones extranjeras y flotas arrastreras industriales

La timidez y la mediocridad de la Unión Europea se han puesto de manifiesto otra vez. Es muy posible que los caladeros atlánticos comunitarios sobrevivan, pero lo harán en niveles de subsistencia. Al igual de lo sucedido en el Mediterráneo, en el Atlántico Norte no se alcanzará un Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), sino un Rendimiento Mínimo Sostenible. Se llegará a la “insostenibilidad sostenible”, tal y como suele calificar J. Lleonart a algunas pesquerías mediterráneas.

Entre tanto, el Parlamento Europeo, en su sesión del 18 de diciembre de 2012, ha aprobado dos proyectos de resolución: la generalización del RMS y la prohibición de los descartes. La resistencia a la implantación de estos dos principios de la reformada política pesquera es muy fuerte. Para algunos pescadores industriales, los RMS les condenarían a la precariedad. Para muchos pescadores artesanales, la obligación de traer a tierra TODO lo que sale en redes y aparejos haría "demasiado"  visible e incómodo el daño que causa el arrastre en los ecosistemas marinos. Para los industriales, en tierra no hay infraestructuras que aprovechen los descartes desembarcados (harina de pescado para la acuicultura).


El super arrastrero "Maartje Theadora". La mayoría de los grandes
depredadores abanderados en la Unión Europea recibe sustanciosas ayudas financieras.

De momento, el modelo de pesca permanece y se limita a implantar ligeras limitaciones en pesquerías asfixiadas. En 2013, la pesca seguirá siendo un sector económico plagado de anomalías al estar fuertemente subvencionado por capital público en una Europa mayoritariamente neoliberal que, sin embargo, adora la iniciativa privada y desconfía del Estado. Con los crónicos y bajos niveles de capturas, es imposible que la pesca europea sobreviva y compita en un mercado libre, abierto y globalizado. La contradicción está servida.