LAS PENAS y ALEGRÍAS DEL MEDIO AMBIENTE, sus políticas y sus políticos.

sábado, 25 de mayo de 2013


FRACKING
¿Explicaciones? Las justas


La presión del lobby gasero crece. Las agencias de "Comunicación e Imagen" trabajan a destajo creando frases clave que industriales y políticos deben repetir mil veces, sin tartamudeos, con mirada firme, sin cambiar una coma o un acento. Las últimas frases fabricadas por el lobby son: “No podemos dejar pasar esta oportunidad” y “España no puede perder este tren”. Se escucha y se lee tan urgente afirmación hasta en boca de un ministro del gobierno y en sede de tan alto nivel como puede ser el Senado del Reino de España.

Según parece, las moléculas del gas metano, difuso y perdido en los microporos de las pizarras y esquistos hundidos a kilómetros de profundidad, se están impacientando. Como ya sabrán, estas moléculas de gas metano son como diminutos pedos (ventosidades) de unas bacterias que descompusieron materia orgánica (vegetales) hace millones de años. Pero, ¡Oh Dios mío!, los micropedos han oído hablar del Fracking y han entrado en un frenesí imparable. Después de pasar millones y millones de años aburridos y aislados bajo tierra, de repente tienen la oportunidad de salir al aire libre.


Instalación de perforación y Fracking en Estados Unidos, con su
piscina receptora de agua envenenada.

La comunicación de los diminutos pedos con los emprendedores del Fracking debe ser  fluida. Pedos y lobby hablan el mismo idioma y ambos han convenido en que esta oportunidad de salir no puede perderse. Que si los pedos no escapan ahora de su entierro, no saldrán nunca. Al parecer, el tren del Fracking solo pasa una vez. El mensaje ha sido recibido y hay que sacar a esa gente de ahí. Si no salen ya, tienen la intención de hundirse hasta el centro de la Tierra y perderse para siempre. ¡Ahora o nunca!

El discurso del lobby del Fracking aburre a la oveja tonta del rebaño. Los lobbistas siempre nos esconden las partes más excitantes de su propósito, como son el listado y las propiedades de los cientos de ingredientes que inyectan bajo tierra mezclados con agua. No nos cuentan los espléndidos efectos que se pueden conseguir con las aguas que regresan a la superficie y la prometedora posibilidad de embotellarla y venderla como decapante o contra la caspa. Nos ocultan las ventajas de llevar hasta nuestros grifos un novedoso producto que parece agua, que arde al acercar una llama y que, además, puede quitar la sed. No nos alegran la vida con historias de terremotos que agrietan casas y que harían más excitante nuestra convencional vida.


Descarga de agua de retorno en la balsa de un pozo norteamericano.
Teniendo en cuenta que son aguas tóxicas, deberá vallarse muy bien para evitar que la fauna
salvaje acuda a beber. Pero no será nada sencillo evitar que las aves se envenenen

No nos desvelan que la explotación del Fracking es un “chute” fantástico para el cambio climático, teniendo en cuenta que acelera la quema completa y total del carbono fósil existente en la Tierra. Que las explotaciones del Fracking son involuntarios surtidores de metano, un gas con un poder de efecto invernadero veinte veces más potente que el CO2. Emanaciones que persisten hasta muchos años después de cerrado y agotado un pozo.
Nada. No hay forma. Ellos repiten que “No podemos perder esta oportunidad” ...y nada más.

Eso sí. Nos abruman con los grandes éxitos del Fracking en Estados Unidos, escondiendo que el gas de pizarra en Europa es comparativamente escaso. Nos dicen que seremos más independientes en energía, pero no especifican en qué medida o porcentaje porque no tienen la menor idea. Si les pedimos las cuentas de las necesarias inversiones miran a otro lado o responden que crearán miles de puestos de trabajo (como en la construcción y su burbuja). Si les preguntamos en qué porcentaje bajará el precio del metano en España cuando todo el gas proceda de nuestro Fracking, se callan.

Cuando queremos saber cuántos pozos deben perforarse en España para que seamos independientes en energía (¿200 pozos?, ¿2.000?, ¿50.000?,…) ponen cara de ignorancia suprema. Si preguntamos cuánto tiempo durará el gran milagro del Fracking en España (¿10 años?, ¿20?, ¿40?) escurren el bulto porque no lo saben. Si indagamos a cuánto ascenderá el coste de la restauración del territorio devastado por cientos de pozos, balsas, tuberías y caminos al final de la vida útil de un yacimiento (¿5 años? ¿10?), se quedan mudos porque no saben hacer el cálculo y porque, en realidad, nunca pensaron en esa idiotez de la restauración ambiental.  


Conducciones de agua para Fracking

Tratamos de saber cómo será la gran revolución del Fracking, si nos servirá para cocinar, para que un ministro concienciado se duche, por fín, con agua caliente, si moverá nuestros coches o fabricará electricidad a mejores precios y aumentará nuestro poder adquisitivo. Pero ellos nos hablan de fábricas de aluminio, de metalurgia y de renacer industrial en una nación desindustrializada, descapitalizada, endeudada y con buena parte de nuestros mejores recursos humanos huidos a Alemania.

Hay ingenuos que les creen a pie juntillas y están convencidos de que el Fracking traerá prosperidad a los propietarios de las parcelas donde se instala un pozo. Como si Burgos fuera Dakota del Norte, Logroño fuera Denver (Colorado) y el gas perteneciera al paisano. Incluso allí, muy pocos se han hecho ricos. En Texas, a los propietarios del terreno les dan 800 € a la firma del permiso y unos 80 € mensuales por pozo. Cuando les colocan el pozo de prospección y del Fracking cerca de su casa tienen que levantar muros de 15 metros de altura para no enloquecer con el estruendo de los compresores las 24 horas al día y el estampido de las inyecciones del veneno bajo tierra. 




El agua "potable" de Dimock (Pensilvania - USA), en 2009,
después de que el Fracking reventara el acuífero del que bebía todo el pueblo. 

En Europa, el gas no es tuyo, querido labriego o terrateniente. Es del Estado, que se lo cede al menda del lobby. Ese menda te dejará la parcela o la finca hecha unos zorros cuando el gas se acabe (en cinco añitos). Un páramo donde no se aventurarán ni las ratas y donde no crecerán ni los cardos. También te dejará el bolsillo averiado cuando tengas que beber, cocinar y regar el resto de tu vida con agua embotellada porque te han envenenado el pozo o el acuífero. Te llenarán el campo de tuberías para el agua y tuberías para el gas (sin odorizar y con riesgo de fugas indetectables y explosiones). Además te convendrá mantener una prudente distancia de cualquier pozo porque emite buenas dosis de uno de los cancerígenos más potentes que existe. Benceno.

Hay otro detalle que el lobby esconde celosamente. Alemania, la nación industrial europea por excelencia, tiene en el gas metano (mayoritariamente ruso) una fuente de energía indispensable, ahora que ha decidido desmantelar sus centrales nucleares. Para Alemania el gas de Fracking debería ser prioritario, con yacimientos en Renania Westfalia, Baja Sajonia  y otros Lander del noroeste del país. Sin embargo, todo el posible gas de Fracking alemán solo aportaría el 10% de las actuales demandas.  Por eso apuestan firmemente por la energía eólica y fotovoltáica. Los alemanes no son idiotas y ya se han asustado con los primeros ensayos y el resultado de ver los terrenos circundantes envenenados con mercurio.

El Fracking es el camino a ninguna parte persiguiendo un modelo agotado.  Un negocio para cuatro espabilados. Es el consabido “Tente mientras cobro” propio de profesionales del pelotazo y de políticos inferiores.  

domingo, 19 de mayo de 2013


TORRELAVEGA  EN  CHINA
Quien contamina… ¿paga?


La ciudad de Torrelavega (Cantabria - España) está oficialmente hermanada  con cuatro villas. Su hermanamiento (“twinning”) con la bella Rochefort (Francia) es una cuestión de prestigio. El correspondiente a La Habana es un asunto de sentimiento histórico y recuerdo de tantos lazos indianos. El hermanamiento con Louga (Senegal) tiene algo que ver con la existencia de un importante mercado de ganado en este pueblo, de menos de 2.000 habitantes, plantado en medio del Sahel. Finalmente, el hermanamiento de Torrelavega con el enclave de Zug (Sahara Occidental) es una manifestación de solidaridad con el pueblo saharaui.

Mucho nos tememos que a Torrelavega le conviene hermanarse con otra ciudad. Ese quinto hermanamiento debería realizarse con alguna urbe industrial de China, como Guangzhou o Shenzhen, ahogadas por la contaminación. Así, Torrelavega tendría la oportunidad de comentar con sus hermanos chinos las ventajas del desarrollo sucio y la delicia de triturar el medio ambiente sin tantas normas ambientales y sin tanta pamplina ecológica europea.


La factoría SNIACE en Torrelavega

¿Cínismo?... Tenemos la tendencia a confundir cinismo con lucidez. Recuerdo aquél camión cisterna que se estrelló, el 26 de julio de 1998, en la autovía a la entrada de Torrelavega derramando 32.000 litros de gasóleo al río Besaya. El entonces Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, D. José Luis Gil, minimizó las consecuencias del vertido en aquel punto del río, muerto y maloliente, cargado con las aguas fecales e industriales de Torrelavega sin depurar. Unos miles de litros de gasóleo no le iban a hacer mucho más daño al Besaya, comentó el Consejero. Eso se llama lucidez.

Ayer, 18 de mayo, la prensa regional de Cantabria se hacía eco de una manifestación de trabajadores de SNIACE. Es una de las grandes industrias que, junto a Solvay y Textil Santanderina, conforman el tejido socioeconómico de la ciudad. SNIACE se dedica a fabricar celulosa y viscosa desde hace setenta años, con todos los problemas de residuos y vertidos que se pueden imaginar. Ahora ha diversificado su actividad, fabricando biofuel, gestionando bosques (¿) y generando electricidad.


Manifestación de trabajadores de SNIACE 

Los trabajadores de SNIACE ven peligrar sus puestos de trabajo porque la empresa tiene 3,6 millones de euros en números rojos. La culpa de semejante desastre no parece ser achacable a una deficiente gestión corporativa, a falta de productividad de sus trabajadores o al sabotaje perverso. La culpa la tienen, según dicen, esa manía del medio ambiente, esos ecologistas “de mierda” y esa Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea empecinada en aplicar el principio “Quien contamina paga”.

El gran problema para la supervivencia de SNIACE es, supuestamente, el Canon de Saneamiento que, obligado por la Directiva Marco, ha impuesto el Gobierno de Cantabria a empresas y particulares. Un canon en vigor desde el 1 de abril de 2010 cuyos ingresos deben destinarse, íntegramente, a construir y mantener las infraestructuras de depuración y saneamiento del agua usada. Dicen que el canon está “asfixiando” a las empresas porque ya no pueden verter impunemente sus venenos al río que cruza Torrelavega.


Uno de los incontables vertidos salvajes de SNIACE al río Besaya

Un prócer socialista de Cantabria opina que debería reducirse hasta en un 45% el canon de saneamiento a las empresas en crisis, como SNIACE, Solvay y Textil Santanderina. Es decir, dejar a las depuradoras sin parte del necesario y costoso mantenimiento. Como las depuradoras no se pueden detener, porque puede caer una multa europea astronómica, sería el dinero público el que sustituiría la mermada aportación empresarial. Dinero público que aumentaría la deuda del Estado y agravaría los problemas económicos de España.

La propuesta tiene el hermoso sentido común de las mentes más simples y adorables. Viniendo de un político supuestamente de izquierdas resulta incongruente, ya que persigue financiar con el dinero de todos la limpieza de la mierda generada por algunos empresarios que, así, ganan más dinero. Todo ello con la excusa de mantener puestos de trabajo.  ¿No les recuerda algo este argumento? ¿No les recuerda a China? ¿A Bangladesh quizás, con sus fábricas de muerte y miseria, incendiadas y derrumbadas? ¿No les recuerda a trabajadores de un euro al día, viviendo en calles como letrinas?

Si en China y Balgladesh se pasan el medio ambiente por el arco del triunfo y se están desarrollando a ritmos vertiginosos, en Torrelavega están haciendo el tonto y esto de ser civilizado va a ser un atraso y una pesadez.


El modelo a seguir: área industrial en China, sin cortapisas ni leyes
estrictas a la hora de verter tóxicos al medio ambiente. El sueño de los neoliberales,
de los amantes de la libre empresa privada y eficiente y de los líderes neocomunistas

Leo en la prensa británica que los “euroescépticos” patalean como cucarachas patas arriba dentro del propio gobierno de M. David Cameron. Algunos de sus ministros opinan que la Unión Europea es muy pesada con tantas normas y Directivas ambientales. Al fin y al cabo, el imparable cambio climático nos va a empobrecer, encharcar, ahogar, adelgazar, recalentar y congelar muchísimo más deprisa y con mucha más eficacia que unos pocos vertidos tóxicos.

Los conservadores británicos quieren salirse de Europa y olvidarse de tantas regulaciones y normas, para afianzar el neoliberalismo y retomar la añorada senda del desarrollo sucio y depredador. Eso se parece extraordinariamente a las propuestas para Torrelavega y su SNIACE. No más normas europeas. Al fin y al cabo, cuando la mierda, la inundación o el hielo nos llegue hasta el cuello, los que mandan estarán por las Islas Caimán con un daiquiri en la mano, bajo el cocotero y dirigiendo sus negocios contaminantes a prudente distancia con el WhatsApp.

Los gestores de SNIACE buscan lo mismo, contando con la complicidad de algunos políticos regionales deslumbrados por el crecimiento “a cualquier precio” practicado por China.
Empieza a ser urgente el quinto hermanamiento.